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Yamandú Orsi, candidato uruguayo del Frente Amplio

Orsi gana la Presidencia

Yamandú, el heredero de Mujica, lleva a la izquierda de vuelta al poder en Uruguay

24/11/2024 - 7:00 pm

La Presidenta Claudia Sheinbaum felicitó a Yamandú Orsi por su triunfo como Presidente y destacó que el regreso del Frente Amplio al poder refleja la voluntad democrática y progresista del pueblo uruguayo.

Por Nayara Batschke

MONTEVIDEO (AP) — El candidato Yamandú Orsi obtuvo el domingo la victoria en la segunda vuelta presidencial de Uruguay y marcó el regreso al poder de la izquierda, que gobernó el país entre 2005 y 2020.

En su primer discurso luego de conocidos los resultados electorales, Orsi salió al escenario montado en su centro de campaña y en medio de fuegos artificiales y gritos agradeció a "todos y todas que hicieron esta campaña en la que logramos nada menos que el triunfo”.

El abanderado del Frente Amplio dijo que “triunfa una vez más el país de la libertad, de la igualdad y también de la fraternidad” y manifestó su respeto por su rival de la coalición oficialista, Álvaro Delgado.

Con más del 91 por ciento de los votos escrutados, Orsi alcanzaba el 49.56 por ciento de apoyo frente al 46.17 por ciento de Delgado en unas elecciones que contaron con una participación cercana al 90 por ciento de los votantes, según los datos preliminares difundidos por la Corte Electoral.

La victoria de Orsi convertiría a la pequeña nación sudamericana en el último país en darle la espalda a un partido en el poder en este año electoral histórico en el que los votantes frustrados por el malestar económico castigaron a los partidos gobernantes de todo el mundo, desde Estados Unidos y Gran Bretaña hasta Corea del Sur y Japón.

“Entendamos que hay otra parte de nuestro pueblo que hoy está con otro sentimiento. Esta gente también tendrá que ayudar a construir un país mejor. A ellos también los necesitamos”, dijo Orsi a los asistentes a su discurso.

En ese marco, aseguró que “a partir de mañana” empezará a trabajar para implementar un gobierno que buscará la unidad nacional.

“Voy a ser el Presidente que convoque una y otra vez el diálogo nacional, que construya una sociedad y un país mas integrado”, aseguró. “No hay futuro si le ponemos un muro a las ideas”.

Un rato antes el presidente saliente Luis Lacalle Pou había felicitado a Orsi por su victoria en tanto que Delgado reconoció su derrota al exclamar en su centro de campaña que “con tristeza, pero sin complejo de culpa, podemos felicitar al ganador”.

Orsi, acompañado de familiares y aliados políticos, esperó los resultados en el hotel NH Columbia, donde centenares de militantes se congregaron para acompañarlo. Tras conocer las proyecciones preliminares, los partidarios del Frente Amplio celebraron con cánticos, banderazos y fuegos artificiales.

Delgado, por su parte, siguió el conteo desde la sede del Partido Nacional en la capital uruguaya, en donde imperó el silencio tras las primeras aproximaciones de las cuatro encuestadoras.

SHEINBAUM FELICITA A YAMANDÚ

La Presidenta Claudia Sheinbaum expresó sus felicitaciones a Yamandú Orsi y Carolina Cosse por su reciente triunfo como Presidente y Vicepresidenta de la República Oriental del Uruguay.

En su mensaje, Sheinbaum destacó la importancia de este logro para el Frente Amplio al resaltar que el regreso de esta coalición al poder es un reflejo de la voluntad del pueblo uruguayo, que una vez más ha demostrado su compromiso con la democracia y el progreso.

"Felicidades a Yamandú Orsi y a Carolina Cosse, por el triunfo como presidente y vicepresidenta de la hermana República Oriental del Uruguay. El Frente Amplio regresa a gobernar por voluntad del pueblo uruguayo que una vez más demuestra su vocación democrática y progresista", dijo la mandataria mexicana.

URUGUAYOS SALEN A VOTAR

Unos 2.7 millones de uruguayos fueron llamados a votar en estos comicios marcados por la moderación de las propuestas y la tranquilidad de la política uruguaya, considerada una de las democracias más estables y consolidadas de América Latina.

En la contienda electoral del pasado 27 de octubre, el Frente Amplio de Orsi fue el bloque más votado y se aseguró el 44 por ciento de los votos, al paso que Delgado se alzó con un 26.8 por ciento de los apoyos.

Sin embargo, el aspirante oficialista deberá contar con el respaldo de los demás partidos de la coalición gobernante de centroderecha, formada en 2019, para conseguir la transferencia de votos. Entre ellos, cuenta con el tradicional Partido Colorado, la tercera mayor fuerza política del país.

La campaña electoral para estos comicios estuvo marcada por una inusual apatía del electorado y, así como sucedió hace un mes, se prevé que los indecisos sean fundamental para el desenlace, ya que cerca del 10 por ciento de los uruguayos todavía no ha definido su voto.

Las encuestas apuntan hacia una disputa pareja: de un lado, Orsi, de 57 años y heredero del histórico José "Pepe" Mujica, confía en la fortaleza del histórico del Frente Amplio, que gobernó entre 2005 y 2020, para devolverle el poder a la izquierda tras cinco años de ausencia.

Al frente, Delgado apela a la buena imagen de Lacalle Pou para convencer a los electores sobre la permanencia de la gestión y se apuntala en su experiencia "interna" en el gobierno, donde actuó como secretario de la Presidencia.

Como es habitual, el expresidente "Pepe" Mujica, de 89 años y quien se recupera de un cáncer en el esófago, fue uno de los primeros en depositar su voto. El exmandatario llegó a su circuito, ubicado en la escuela número 149 del Cerro de Montevideo, apoyado por un bastón y tuvo que esperar cerca de diez minutos hasta la apertura de las urnas.

Tras sufragar, Mujica alabó la solidez del proceso electoral en Uruguay y remarcó la importancia de conservarla en las futuras generaciones.

"Uruguay es un país pequeño pero se ha ganado un reconocimiento de ser estable, de tener una ciudadanía que respeta las formalidades institucionales. No es poca cosa en nuestra pobre y golpeada América Latina", expresó a los periodistas. "Los jóvenes sean conscientes de eso. Costó muchísimo aprender y generar eso".

Sobre el resultado de los comicios, el expresidente evaluó que, independiente del ganador, "seguramente el gobierno que venga va a tener que tener capacidad de crear un clima que permita acercarse y negociar".

"En el transcurso de la campaña electoral se exacerban los ánimos, pero cuando haya que gobernar, con el dibujo parlamentario que tendremos, se le va a imponer al gobierno la necesidad de negociar", agregó.

Los dos bloques llegan al balotoje en paridad de condiciones, con una leve ventaja de Orsi, quien aunque terminó primero en los comicios de octubre quedó detrás de la suma de los partidos de la coalición (47 por ciento) que compitieron por separado.

Las encuestadoras hablan de un "empate técnico" y advierten que la diferencia final podría ser incluso menor que cuando Lacalle Pou batió al candidato frenteamplista Daniel Martínez en 2019, con una ventaja por debajo de los 40 mil votos.

Las ceñidas proyecciones hicieron que los dos aspirantes presidenciales intensificaran sus campañas, pero con estrategias distintas. Orsi trató de sacarle votantes a los socios menores de la alianza oficialista; Delgado adoptó la maniobra contraria y se ha esforzado por "fidelizar" los apoyos de su coalición.

Con 20 años de experiencia política, Orsi hizo hincapié en su promesa de gobernar con una izquierda renovada, centrada en la redistribución de los ingresos para impulsar el crecimiento económico. Asimismo, propone incentivos para revitalizar las actividades esenciales del país, como la agropecuaria, la industria, el turismo y los pequeños negocios, además de haber adoptado un discurso más amigable hacia los mercados.

Delgado, un veterinario de 55 años y con larga trayectoria en el Partido Nacional, trató de catapultar su cercanía con el mandatario y ha insistido en ser la cara de la "continuidad". Defiende una mayor apertura económica del país y, así como su rival, aboga por impulsar el crecimiento tras la desaceleración experimentada por la pandemia de covid-19 y una histórica sequía, pero a través de reformas para un Estado más "eficiente".

Ante la incertidumbre, para esta etapa final de la carrera electoral ambos contendientes contaron con apoyos de peso.

Si hasta ahora tanto Mujica como Lacalle Pou tuvieron un papel más tímido y se mantuvieron al margen de la arena política, durante la campaña para esta segunda y crucial vuelta ambos ocuparon un rol protagonista a favor de sus respectivos ahijados políticos.

"Apuesto con todo el alma a Yamandú", dijo el expresidente Mujica (2010-2015) en un vídeo de cierre de campaña. "Es nacido de un trabajador común y corriente. Y representa, precisamente, el tipo medio de lo que es el Uruguay".

Por su parte, Lacalle Pou, quien no puede postularse a la reelección y tiene prohibido hacer campaña electoral, ha ensalzado en actos públicos los logros y puntos altos de su administración para así respaldar la candidatura de su delfín político. Este domingo, recibió a su delfín político para una reunión informal en su domicilio antes de que Delgado se trasladara a su centro de votación.

"Me vino a dar un abrazo como amigo, siempre estamos juntos en esta", dijo el actual mandatario en breves declaraciones a los periodistas.

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